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Feedback gevenPequeña fonda y tienda de comida y suministros libaneses. La selección de platos no es muy amplia, pero los precios son consistentes. La comida es buena, pero el servicio no es muy agradable. La hooka y el tabaco son muy asequibles, pero a veces la variedad de sabores es limitada.
Es muy fácil pasar por alto este restaurante, ya que su tienda hermana en la esquina de Xola y Navarra vende comida libanesa, pastelería y artesanía. Aunque el restaurante parece una fonda, la comida es tan buena o incluso mejor que en otros restaurantes libaneses más formales. Pedimos un menú básico por 90 pesos cada uno, que incluía tabule, jocoque, cepa o empanada y arroz con lentejas. Acompañamos la comida con cerveza Black Model y de postre elegimos tres magdalenas deliciosas. A pesar de que el servicio fue un poco lento debido a la falta de personal, la comida fue excelente y esperamos que solucionen pronto este problema. ¡Volveremos!
Pequeña fonda y tienda de alimentos e insumos de origen libanés. Su oferta de comida completa no es muy variada, pero los precios son consistentes. La comida tiene buen sazón, sin embargo, la atención del personal no es muy agradable. El costo de las hookahs y tabacos es muy accesible, pero no siempre hay variedad de sabores.
Es muy fácil pasar por alto este restaurante, pues a un lado le roba toda la atención su tienda hermana, en plena esquina de Xola y Navarra, que vende todo tipo de alimentos, pastelería y artesanía libaneses. El restaurante parece más bien una fonda, pero no hay que dejarse engañar. La comida está tan buena o mejor que en otros negocios donde el mobiliario, la decoración y el servicio son de restaurantes libaneses con todas las de la ley.Pedimos un menú básico (90 pesos cada uno), que consiste en un plato con cuatro porciones de alimento: tabule (ensalada); jocoque o garbanza; kepe bola o empanada; y arroz con fideo o arroz con lenteja. Lo acompañamos con una cerveza Negra Modelo cada quien.Para el postre elegimos tres pastelitos (un dedo de novia, una flor de nuez con pistache y una empanada de nuez, que está riquísima) y pedimos dos cafés árabes.Toda la comida estuvo excelente, mejor que la he probado en el Restaurante Enrique, por ejemplo, y casi del mismo nivel de la que tienen en el restaurante Al-Andaluz.El único problema que tuvimos fue el servicio, pero fue porque tuvimos mala suerte. En la puerta había un letrero de "Se busca mesera activa" y se ve que les hace falta, pues a la hora de pedir el postre prácticamente tuvimos que hacer autoservicio: Fuimos a la tienda anexa a elegir nuestros pastelitos. La persona que nos atendió fue muy amable, pero él no podía darse abasto atendiendo a los clientes en la tienda y a los comensales en el restaurante. Espero que esto lo resuelvan pronto, pues sería triste que teniendo tan buenos alimentos no puedan sacar adelante el restaurante por un servicio inadecuado. Regresaremos.