El Tinglao De Alba - Cáceres

Carísimo y malo. Cachopo 25 eurazos, y da para dos personas y poco mas. Lagarto 19 y son dos trozos pequeños. Han practicamente doblado los precios en dos años, una poca verguenza. 5 o 6 berenjenas cortadas milimetricas, 11 euros, es que el chiste se cuenta solo. Comida totalmente fria y grasienta. Servicio pesimo, cervezas a 2,40 eur en un sitio gama media. Insipida, sin ningun matiz. Y por la tarde, ardores sin parar. A evitar completamente, no volveré.

Nos sentamos en una mesa a las 14h bajo reserva. 15 minutos después, conseguimos que alguien del servicio se acerque a nuestra mesa. Pedimos dos cervezas, una de ellas sin gluten (padezco intolerancia y la carta. 20 minutos después nos traen las cervezas con unos sándwiches a modo de tapa (hola? Que parte de no puedo tomar gluten no has entendido? . La carta??? Nos dice la chica: ahora os la traigo... ????????? Nunca llegó. 10 minutos después, mi marido decide entrar dentro, a ver si puede fotografiar algún código QR. A las 15h conseguimos que vuelva la camarera, le pedimos los platos y bebidas nuevas. No tienen pan sin gluten y me recrimina que las patatas que acompañan a la presa ibérica que acabo de pedir son con gluten, porque tenía que haberles avisado antes... ¿ Cuándo? ????? No volveremos.

El pasado domingo mi novio y yo decidimos ir a tomar unas tapas en una terraza, así que nos sentamos por casualidad en El Tinglao de Alba. Nada más llegar, nos insisten en que nos sentemos en una mesa dentro a la espera de que se quede una mesa fuera libre. Estuvimos dentro esperando unos 15 minutos sin que nadie nos atendiera. En ese tiempo se quedó una mesa libre fuera, por lo que fuimos allí a sentarnos. Estuvimos otros 15-20 minutos esperando para que nos atendieran y cuando lo hicieron (después de tener que llamar reiteradamente a la camarera para que viniera) y nos trajeron las bebidas, la camarera me tiró encima las dos cervezas enteras (me mojó pelo, abrigo, pantalones, zapatos… todo). Entiendo que un error lo puede tener cualquiera, pero es que no me pidió perdón siquiera. Pese al mal servicio, decidimos pasarlo por alto y quedarnos porque ya era tarde para buscar mesa en otro sitio. Tuvimos que volver a llamar reiteradamente a la camarera para que nos atendiera de nuevo, y cuando lo conseguimos pedimos unas tapas. Mi novio es alérgico a frutos secos y marisco por lo que, lo primero que hicimos, fue comentar su alergia (no especificaban alérgenos en su carta) a lo que la camarera nos contestó de modo muy condescendiente que NADA tenía ni frutos secos ni marisco. Nuestra sorpresa fue que cuando nos trajeron el primer plato (croquetas) y mi novio probó una ERAN DE GAMBÓN. Mi novio tuvo una reacción alérgica que le hizo tomar inmediatamente antihistamínicos a altas dosis y por la que tuvimos que ir al servicio de urgencias más cercano. No nos pidieron perdón ni nos ayudaron. Es INDIGNANTE. EL PEOR RESTAURANTE AL QUE HE IDO JAMÁS.

Después de esperar mucho tiempo a que nos sirvieran, cuando la camarera finalmente había traído las dos cervezas pedidas, la camarera procedió a servir las cervezas pero derramó ambas sobre mi novia empapándola a ella y a su ropa completamente. Decidimos seguir en el local e intentar disfrutar el día confiando que todo mejorara. Estábamos muy equivocados. Decidimos pedir bacalao dorado, pluma y unas croquetas. Como tengo una alergia muy grave a los mariscos y los frutos secos le comentamos a la camarera si alguno de los patos llevaba algo que no podría comer. La camarera, de forma condescendiente e ignorando por completo la seriedad de la pregunta, nos dijo que el bacalao no es marisco, es un pescado . Respondimos que claro lo sabemos y que, por favor, pregunta en la cocina sobre si los platos llevan algún alérgeno . Después de un rato llegaron las croquetas y el bacalao. Al comerme la mitad de una croqueta notaba que tenía un sabor raro. Le pregunté a mi novia para probarla también y ella pensó que sabía de marisco. Llamamos la atención de un camarero diferente y él nos informó de que las croquetas eran de 3 tipos y una era de gambón. Durante la próxima hora tuve una reacción alérgica por la cual tenía que tomar antihistamínicos y nos tuvimos que acercar al hospital. No comas en este restaurante si quieres que te atiendan bien. Son lentos, distraídos y tienen mucho desconocimiento en cuanto a la gravedad de las alergias. Nuestra experiencia en El Restaurante Tinglao fue una auténtica pesadilla.

FATAL! Nos sentamos a comer a las 13.45 y terminamos a las 17. Tenían muy pocos camareros para atender a tanta gente, no daban a basto y por tanto tardaban muchísimo, estuvimos casi una hora con los vasos vacíos y la comida tardó una eternidad. No éramos los únicos, todo el mundo protestaba. Hubo gente que se levantó y se marchó sin terminar de comer. Vergonzoso, la culpa por supuesto no es de los camareros. No volveremos.