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Feedback gevenFantástica comida y servicio. No es barato, pero es muy alta calidad. muy recomendable. Gran carta de vino. carnes increíbles y pescados y postres. restaurante de alta calidad
Lugar muy agradable y confortable. Trato excelente. Platos de alta calidad y muy bien cocinados pero quizas un poco tradicionales. El precio acorde a la calidad pero un poco excesico. Aprox 30-40€/persona
Buen ambiente, comida de calidad y un servicio muy correcto. Recomendable, aunque como no hay menú el precio es un poco alto.
Fantastica comida, excelente servicio. Totalmente recomendable
Situado en la entrada de la localidad de Castellvell, a solo dos kilómetros de distancia, este restaurante familiar abrió sus puertas en 1983 por Agustí Sanromà y su esposa Rosa Vive. En 2015, tras un cambio generacional, los hijos, que también se llaman Agustín y Rosa, renovaron completamente el local, manteniendo un ambiente rústico. El establecimiento presenta una línea arquitectónica de vanguardia con un comedor elegante, cómodo y moderno, que se beneficia de espacios amplios, luz natural, sonido, buena iluminación y aire acondicionado, predominando la noble madera en tonos claros. Las mesas son grandes y están cubiertas con manteles finos. Además, cuenta con un huerto en la parte trasera donde cultivan parte de los productos que emplean en su cocina para ofrecer platos de temporada, apostando por el kilómetro 0. La oferta culinaria de La Rosa son platos tradicionales, bien elaborados con dedicación y paciencia, siguiendo las recetas de las abuelas, pero sin dejar de lado ninguna innovación. Su madre le enseñó todos los secretos de la cocina y también realizó algunos cursos. La bodega está muy bien surtida con unas 250 referencias, especialmente de Priorato y Montsant. Agustí, un gran viticultor y sommelier, es el encargado de la bodega y también gestiona el servicio en el salón. En nuestra última visita, probamos algunas anchoas del Cantábrico, raviolis de camarones y puerro semi-frío con vinagre; ensalada de langostas, frijoles blancos y setas; y cañón de pato como primer plato. De segundos, ternera blanca con salsa Camargots, dados de solomillo con setas y foie; además, pulsera de raya con patatas fritas y costillas a la parrilla. De postre, el tradicional “coc ràpid” de la casa, crema de yogur con mango, “tatina” y mil hojas de cítricos con helado de mandarina. Todo esto fue acompañado de lágrimas de Priorato, seleccionadas y decantadas por Agustí. Una gran comida, muy recomendable.