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Feedback gevenLo mejor del bar es su ambiente, las revolconas, el talento del dueño y la tranquilidad. La comida es sencilla pero deliciosa; revolconas, filetes, papas fritas, huevos fritos y, ocasionalmente, un magnífico pisto. Las mesas son de madera y hay una chimenea para los días fríos.
Mucho más tranquilo que el que se encuentra en la zona más cercana al Puente del Duque. Vale la pena caminar cinco minutos. Buen servicio.
Un restaurante muy agradable, con un menú selecto que ofrece pocos platos, pero muy bien elaborados. Sin duda, es una experiencia por su autenticidad y sencillez. El personal es encantador y está siempre dispuesto a agradar. Muy recomendable.
Kiosko en el pinar de Hoyos del Espino, junto al río Tormes. Un lugar ideal para disfrutar de unos botellines.