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Feedback gevenEncantador hotel, dedicado a la figura de los ángeles, donde la paz y la tranquilidad se respiran a pocos metros del mar. el visitante disfrutará de la experiencia de su cocina y su buen servicio, en general, que siempre bordea con la excelencia. ideal para pasar unas vacaciones íntimas con la familia.
Con un nombre que despide y no muy marcado arriba, encontré por sorpresa con este lugar que era desconocido, intentamos entrar, sorpresa muy agradable. la imagen del comedor, del ambiente, la música, la decoración le da paz y le invita a saborear la comida con sus compañeros en un relajado y sin prisa. un servicio súper agradable y un menú y una sorpresa realmente más que recomendable es 15€. Si quieres tranquilidad y buen servicio con mejor comida en un ambiente relajante no lo pierdas por nada. y sorpresa detrás de sorpresa es hotel boutique con muy pocas habitaciones. Fantástico y volveré a salvo.
La comida sin ser expectativa es muy correcta. el ambiente muy hermoso. Los domingos en el momento del aperitivo tienen música en vivo. El único pegamento es que el personal no es demasiado profesional, pero lo complementan con su bondad
Viajar en el tiempo para visitar a algunos amigos. Pasamos por la puerta de madera y vidrio y accedemos al interior de la granja. media docena de mesas redondas y silloncitos estilo art déco invitado a conformarse y tomar un refresco. una habitación a la izquierda llena de ángeles y enseres celestiales, a la derecha una acogedora bar-chocolatry que parecía rescatada de otro tiempo. Fuimos pere recibidos que a pesar de estar muy ocupado con los preparativos para una boda era amable y paciente. Nos ofreció la posibilidad de acomodarnos en una de las muchas habitaciones disponibles para la casa de campo, explicó la historia del lugar, nos mostró rincones acogedores, peculiaridades de la construcción y ofreció satisfacer cualquier curiosidad que nos gustaría. tanto fue la devoción del anfitrión que nos concedió el privilegio de probar una deliciosa salsa de rosa hecha expresamente para la ocasión porque no estaba en el menú. por cierto, el delicioso y abundante menú. perfecto para vegetarianos buscando platos hechos con camarera. el precio era muy contento, nos pareció un regalo por las cuatro horas que estábamos habitando la masa. la experiencia de viajar así se queda, ascendiendo a través de esas escaleras milenarias, pasando por puertas históricas, alojándose en una pequeña plaza para navegar por su biblioteca o pasear por los jardines admirando las esculturas que atesoras. Soy un monstruo de cosas viejas y sensaciones. buffets, vestuarios, librerías, espejos querubines, candelabros, pedestales, consolas, mensulas, vitrines, ángeles, lienzos, alfombras, suelos hidráulicos, festejadores, espiadores, porches, hardware, ángeles, ángeles, ángeles, ángeles. cada objeto, cada esquina te dijo algo de sensación. Gracias por una experiencia tan gratificante, gracias por dejarnos pasar una tarde en tu casa, entre ángeles. y un pelo rojo de hadas y una sonrisa encantadora.