Urbazter - Arrazua-Ubarrundia

Comimos o mejor dicho intentamos comer el menú, 20€ y 1 menú infantil que tampoco le gustó al niño. Una ensaladilla rusa pésima, la ensalada templada de langostinos y gulas que no estaba del todo mal, una chuleta deshuesado que estaba tan dura que le pedimos a la camarera cambiar puso otra que tampoco, un bacalao que descongelaronal momento y solo sabía a agua y sal y el entrecot horroroso, no volveremos nunca, ha sido una muy mala experiencia, es que ni el servicio fue bueno, ponen de comer a uno y los demás mirando, entre plato y plato te de tiempo a hacer la digestión y no es porque hubiera mucho gente.....en resumen horroroso

Uffffff...q desastre. Menú 20 € bebidas a parte....q desastre, malo nooooo lo siguiente. ¿Quién está en esa cocina? Hannibal Lecter ? .

Sobre todo si haces caso a la web donde pone que el menú infantil lo adaptan a personas con celiaquía. Resulta que lo que hacen es cambiar las patatas fritas por una bolsa de patatas chips. Pésimo: Los espaguetis, las croquetas, pechugas y patatas fritas del menú infantil, si no puedes comer gluten se convierte en pechugas con una bolsa de patatas fritas. Tampoco tenían ningún helado ni otro postre sin gluten (difícil, ¿verdad? nos ofrecieronw fruta. Es mejor que no digan nada de menú sin gluten y no hubiéramos ido. Respecto al resto, las vistas muy bonitas si miras a lo lejos, porque el local está hecho un desastre.

Fiesta de Cumpleaños espectacular Celebre mi cumpleaños en el Urbazter fue un súper acierto el lugar la comida y el Dj fantástico

Fuimos con una niña de dos años. Llegamos 10 min tarde pero tuvimos la deferencia de avisar por teléfono previamente. Al llegar un camarero bastante borde lo primero que nos dice es llegáis tarde , cuando el comedor estaba vacío, tan solo otra mesa estaba ocupada. No nos ofrecieron trona para la niña (cuando en la reserva especificamos claramente que éramos dos adultos y una niña pequeña por asegurar), la tuvimos que pedir y cuando nos la dieron, estaba asquerosa y hubo que pedir que la limpiasen. Esto sólo en los primeros 5 min. La comida ya fue terrorífica. En el menú infantil, por 13 euros, tampoco pides delicatessen, pero no nos esperábamos algo tan malo. Nos trajeron 4 croquetas congeladas, que vinieron congeladas literalmente por dentro y hubo que pedir otras, patatas fritas de bolsa y unos espaguetis fríos con una cucharada de tomate encima, que ni se molestaron en calentar un poco. Eso no valía ni 3 euros... Vergonzoso. Mi ensalada de pollo más pequeña no podía ser y consistía en un bol lleno de troncos de escarola, con 2 tomates cherry, medio huevo duro pasado y 3 trozos de pollo encima. El bacalao de segundo era congelado, me trajeron un trozo de cola minúscula, estaba frío y el 80% del plato ocupado por más patatas fritas de bolsa que no se podían comer, harinosas y no quiero saber cuántas veces habían pasado por la freidora. Mi marido parecido, arroz cremoso que era un mazacote y la sepia como una piedra. Una vergüenza servir algo así, creo que no había comido tan mal en mi vida . Y es una pena, porque llevamos varios años yendo y siempre habíamos comido bastante decente en relación calidad/precio. El entorno además es precioso, pero después de esta vez, no volvemos ni locos. No sé si habrán cambiado de dueños o cocinero pero fue terrible.