St. James Casa Quemada

Ricos platos muy bien ejecutados, calidad que se paga agusto servicio atento sin atosigar. muy buen arroz pero recomiendo pescado asado. tenían un detalle con una entrada y un postre cortesía de la casa

Restaurante conocido en la capital por el arroz tan rico y variado, de los mejores. Muy bien situado. trato muy amistoso y profesional. estacionamiento público en la puerta. amplia terraza. Tienes que intentarlo y repetirlo. el arroz meloso con carabineros todo un show el

Me encargué de preparar una cena de negocios para una gripe de 30 personas de italia, francia, españa e israel. Contacté con 15 restaurantes en madrid y elegí esto para la variedad de menús, precio razonable y sobre todo para el trato muy amable que recibí de la persona responsable de gestionar las reservas. La cena fue un gran éxito. Todo estaba delicioso. El salón en el que estábamos instalados era perfecto. servicio también. No dudaría en volver a elegir este lugar. altamente recomendada

Si quieres celebrar alguna ocasión especial, ir a un restaurante de nivel y calidad, este es tu lugar. el restaurante es una obra de arte dentro, con diferentes habitaciones que tienen diferentes decoraciones elegantes y artísticas, con mucha clase. los camareros están muy atentos y se preocupan mucho por ti disfrutando de tu experiencia en el restaurante. en las mermeladas santas están especializadas en arroz, y se observa que tienen la técnica muy pulida. el arroz negro es delicioso, y además de ser de lo más económico de la carta. Mientras esperaba que el arroz llegara, ellos le dan un bocadillo, nos ofrecieron un caldo de calabaza y un rollo de camarones. Ambos eran ricos, pero sobre todo el stock de calabaza, tenía un sabor muy concentrado, era cálido y dio una bebida. El pequeño rollo sabía sobre el rollo de primavera y era muy rico también. Probamos la torta de queso y el colgante de chocolate. El pastel de queso parecía hecho con queso parmesano. No era nada dulce y pensamos que tenía un sabor demasiado fuerte para ser un postre. el coulante era delicioso, aunque en lugar de helado de mango hubiéramos preferido vainilla.

El arroz nos gustó bastante y el servicio y el local acompañan en la experiencia. El precio algo elevado, pero sin ser nada excesivo. Le quitamos una estrella por comprar los postres al mismo comercial que esta triunfando en la zona, vendiendo a todos los mismos precocinados: la tarta de manzana, etc. que también ponen en casa Juan y en otros muchos. Todos acompañándolo del adjetivo casero ... lo cual es tener mucho morro.