Bar Restaurante Piscinas Araia Igerilekuak

Una joya oculta! Vale la pena mucho venir aquí si se está por la zona

Para ir de copas o tomarte un café o comer unos bocatas está súper bien, terrasita buen sitio, mui agradable.

Este verano el bar-restaurante de la piscina cuenta con la misma gerencia que el año 2020, siguiendo en su línea de platos diferentes y sabrosas, pero también repitiendo los mismo errores que el año anterior en cuanto a precio, servicio, detalles de copas, servilletas.... Al mediodía hay un menú con un precio establecido, pero con postre, bebida e IVA aparte, depende también quien te cobre, porque cierto personal está un poco perdido. Por la noche tienen platos en plan picoteo, hamburguesas y algún otro plato, no siempre son los mismos, no hay una carta fija, ni un listado con los precios.... La comida en sí, está rica y sabrosa, pero las raciones son escasas, algunas hasta ridículas. Se pretende dar un ambiente innovador, pero se queda en un querer y no poder, los detalles y complementos no le acompañan. Aunque no podemos olvidar que estamos en un bar de piscina, si pretendes darle ese aire chic no puedes obviar otros detalles necesarios, en cuanto a vajilla, servilletas, atención, rapidez.... Únicamente tienen un vino crianza para elegir, 13 € la botella, no disponen de copas, pero lo peor es que lo sacan caliente porque alegan no disponer de refrigerador, así que toca tirar de cubo con agua y hielos y el comentario de la camarera estamos en un bar de piscina y es lo que hay . Y no sólo es que no tengan copas, de vasos tampoco andan sobrados, lo dicen claramente si tienen varias mesas ocupadas. Disponen de un plato infantil, unos pocos fingers de pollo (congelados, algunos por dentro aún estaban fríos), 2 croquetas redondas y 4 patatas fritas, no es un decir, son 4 contadas, más largas de lo normal, pero 4, precio 6 €, bebida y postre aparte. 2 clases de hamburguesa, sobre los 11 €, muy sabrosa la de chuleta con sabores diferentes e indeterminados, y esta vez 5 patatas. Postres a 5,50 €, coulant con bola de helado o arroz con leche con bola de helado. Desde que pides hasta que te sirven tardan bastante, la bebida la sacan rápido, por lo que corres el riesgo de estar alegre cuando te llega el plato de comida. Sorpresa cuando llega la cuenta, los platos que has pedido y que tenían ese nombre tan innovador, diferente de lo normal, aunque con contenido escaso, MUY RICOS VUELVO A DECIR, también tienen un precio diferente, elevado la verdad. Repito que el comentario y la impresión general es de haber comido rico, pero para un bar de piscina en el que faltan muchos detalles de servicio no se pueden cobrar esos precios. En la zona no hay más establecimientos con ese tipo de comida, pero con lo que pagamos allí por persona por un poco de picoteo y una hamburguesa, sin entrar en cafés, cubatas....en otro restaurante me llega para entrantes y solomillo o un pescado fresco, con un buen vino, postre y café y hasta txupito. Ahí lo dejo.

Local municipal regentado por contratación que este año 2020 está llevado por un nuevo equipo que parece estar alegrando el lugar con un buen servicio y platos bien presentados a precios muy económicos en relación a su calidad. Ambiente informal.

Es una opción si quieres pasar el día en la piscina o para ir sin más a comer o cenar. Disponen de platos combinados, picoteo, pollo asado y menú, aunque no sé si el ménú sólo el finde o diariamente. Los precios son normales, y todos los platos que pedimos estaban muy ricos, en especial la hamburguesa Aiarte, grande y con mucho contenido. El servicio un poco lento a ciertas horas y dependiendo de las reservas, y aunque alguno de los camareros es bastante despistado son majos, en especial la chica rubia. Recomiendo reservar porque algunos días está a tope de gente, sobre todo si hace buen tiempo.