Makarska - Bad Mitterndorf

Restaurante familiar, con cocina a la vista y exquisita comida casera. La atención: impecable, con mozas vestidas con ropas que identifican al país del que hacen honor en su menú. No se puede pedir más. Los platos son abundantes y deliciosos. Los postres no se quedan atrás.Tiene siete tipos de strudels, entre salados y dulces. Otras especialidades de la casa son el gulas -“gulash”La comida es calórica, muy acorde para temperaturas frías, pero en Mar del Sud refresca por las noches, por lo que siempre es una buena ocasión ir a comer ahí.Precio-calidad: muy buenos. (Consideren que los platos son grandes)Atienden del 24 de diciembre hasta marzo. Luego, el resto del año, los mismos dueños atienden en Buenos Aires capital en un local que tienen ubicado en el centro, en el barrio de San Telmo, con el nombre de Dobar Tek. (San Juan 548)Makarska queda en la calle 13 e/100 y 102 Mar del Sud.Consejo a tener MUY en cuenta: el lugar es absolutamente concurrido por lo que conviene hacer reserva telefónica (02291 491072), o pasar un rato antes para reservar una mesa. Sino, es probable se queden con las ganas.

Desde ya uno podría criticar un lugar que, en el centro de una megaciudad, quizás no brille. Pero de diciembre a febrero en Mar del Sur, comer las delicias que preparan con sabor a sano y casero, es sin dudas algo espectacular. Primero el dueño que, ante la falta de tarjetas, nos dijo que comamos igual, que aunque tengamos poco nos daba de comer (no habiamos sacado dinero en Miramar). Logramos los pesos necesarios y nos sentamos. La carta no hiper llena pero cumplida. Yo comí el Gulas de ternera, porción disminuida (en tamaño no en calidad). Qué delicia! Tal cual la comía en el Cerro Catedral de manos de Anita (experta en ese plato). Impecable. Mi señora pidió el Strudel de Carne. Sin dudas mi próximo plato. Vino no bebemos, con lo que no puedo aportar en la materia. Sin dudas en marzo andaré por San Telmo.

Fuimos con mi familia... Pedimos strudel de jamon y queso... Y goulash... Rico... Tardaron 45 minutos en traer la comida y 30 min en atendernos cuando nos sentamos....mis hijas se durmieron y no alcanzaron a cenar...... El strudel parece masa de tarta hojaldrada mojada con crema....le lugar maso... Los portes mas ricos pero nada de otro mundo.... Pedí bownie croata completo y mi marido strudel de manzana... Nos salio $ 780 tomamos agua y una coca

No dejen de visitar y deleitarse con la comida que ofrece este restaurante ibamos con amigos, siempre de noche y disfrutamos la cena a full

La sucursal de la costa de Dobar Tek, magníficos postres, y los dueños son super amables. el ámbito es muy familiar