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Feedback gevenMe encanta ir de pintxos. Al ser de Cantabria, Bilbao me queda a dos pasos, por lo que siempre que puedo, voy (quien dice a Bilbao, dice a San Sebastián, Getxo, Irún... y casi todas las veces caigo en la tentación de comer de pintxos, yendo de acá para allá; vinito va, vinito viene. Sin embargo, debo ser bastante tradicional, porque la última vez que estuve en Bilbao me encontré tomando pintxos como jamás los había visto. Para mi los pintxos son todo un arte, sí; pero también una cosa muy simple: pintxo de tortilla de bacalao con setas, pintxo brocheta de gambas, cigalas y cangrejo, pintxo de pimiento de piquillo con queso.... cosas así. Elaboradas, pero al mismo tiempo muy sencillas. El Restaurante Bitoque se encargó de demostrarme lo equivocada que estaba. Es difícil explicar con palabras el cúmulo de sabores y sensaciones que se le vienen a uno a la lengua al comer cosas tan exquisitas, así que creo que lo mejor que puedo hacer es dejaros con las fotografías, el nombre de los pintxos, y el precio de cada uno. Que cada cual saque sus propias conclusiones y decida si le da una oportunidad o no. Por mi parte, sólo puedo decir que voy a volver más de una vez. Sencillamente, me encantó; y no sólo por la comida: el trato de los camareros fue inmejorable: amables y muy atentos; y el precio de los platos.... como podréis comprobar, en absoluto caros, sobre todo teniendo en cuenta los BUENÍSIMOS que están. Lo recomiendo una y mil veces, sobre todo si queréis probar unos pintxos diferentes. Los platos tomamos, y sus precios: Sushi de roast beef, algas y wasabi (10€ la ración), Huevo a 65º a la brasa con pimientos y jamón (3,20€), Hamburguesa de atún rojo con ensalada de caviar (3,50€), Foie fresco con espárragos y jugo meloso (3,50€), Tarta de queso a la inversa (3€).
Una pequeña cocina pensada y preparada para grandes retos, e incluso revolucionar el concepto de pintxo adaptando nuevas técnicas y texturas a platos tradicionales. Me quedo sin palabras para describir éste fabuloso bar de pintxos de al lado del portal de mi casa... El año pasado, creo que ganaron el campeonato de pintxos de Vizcaya (y anda que no hay pintxos ricos en todo en Vizcaya... XD) y eso que, como podréis comprobar en las fotos, disponen de una pequeñísima cocina. Todavía no he comido en el Bitoque, pero estoy seguro de que lo haré en cuanto pueda; hay que reservar Mesa con anticipación ya que el comedor es para 12 personas.
Comparto la información, incluyendo la necesidad de reservar con anticipación; logré probar unos pintxos recientemente, con suerte, ya que normalmente el bar está lleno y no cabe un alfiler. Debo decir que vale la pena, los pintxos son excelentes, la selección de vinos es un poco limitada, pero es aceptable. Un lugar para disfrutar de la buena cocina (¡en pequeño!). El Guisante Verde Project. Un blog para los cinco sentidos '[enlace oculto] '
Es un sitio muy pequeñito con apenas sitio para apoyar tu copa de vino y tu pintxo elaborado. Pero tienes una pizarra que ofrece los vinos más variados y va cambiando semanalmente con lo que nunca te aburres y tienes acceso a probar cosas que de otra forma ni siquiera sabrías que existen. Además puedes ver a través del cristal de la mini cocina como el chef elabora tu pintxo, elegido previamente entre varias opciones escritas en otra pizarra, te vuelves loca para decidir porque todo suena exquisito y sabe todavía mejor! En fin cuco y delicatessen.
Un lugar para los amantes de la cocina moderna, pero se deben pedir varios pinchos para sentirse satisfecho. Los sabores del país son evidentes en cada uno de los pintxos, elaborados con ingredientes de excelente calidad sin perder su esencia tradicional. El chef, probablemente reconocido, era muy profesional en la preparación de los platos, pero su actitud era desagradable, controlando cada detalle del plato, su presentación y el espacio que ocupabas en el restaurante.