Cervecería Kiko - Burela

Pegado a la playa, es una cervecería para tomar especialmente raciones, tiene vistas espectaculares porque el lugar es hermoso y dentro tiene algunos cristales grandes que hace como que usted está comiendo sobre el mar, el acuerdo es muy atento y agradable, tiene también terraza con vistas a la playa.

Pasamos la semana santa en el burro y todos los días he venido a este restaurante. el trato es excepcional y la comida y la cantidad de alucinación. el primer día un hombre encantador nos asistió, recomendando que coma y sirva rápido. Hoy tomar una caña no han dejado de ofrecernos punks y mañana hemos reservado dos paellas. si usted está buscando un lugar con productos de calidad, con cantidad y buen servicio es su restaurante. y con vistas al mar. Recomiendo el pulpo, el padding, las croquetas y los encebollados chiliarones. gracias por su trabajo y dedicación.

Probamos el arroz meloso con violación y almejas con crema, era de vicio (recomendamos orden de antemano para prepararlo), pulpo a la gallega con un aceite de oliva espectacular, la deliciosa pierna de cordero. el trato muy bueno, muy preocupado por la espera y porque había goteado nuestra comida. Lo repetiremos.

Muy buena atención, lugar muy agradable al lado de la plata con una gran terraza con vistas y dar géneros planos y muy rico

Hemos ido un par de veces, la verdad es que es un gran sitio. Los precios son un poco altos y hay platos que podrían estar mejor (por ejemplo el pulpo con patatas está muy aceitoso y no es el mejor de la zona) pero aún así la comida es espectacular, no entiendo la gente que se queja. Hay variedad de carta, los precios rondan en los 15-18€ por plato aunque hay platos más bajos y, obviamente más altos y están buenísimos y vienen en gran cantidad. Pero la razón por la que se llevan 5 estrellas es porque al igual que pasa en bastantes sitios, el bar lo hacen los camareros y cocineros, y tengo que remarcar que el servicio de Miguel es totalmente espectacular. Aún cerrando a las 4 o 4:30 la cocina, ellos a las 5 seguían sirviendo a los clientes, con prisas, sofocados y haciendo lo posible por nosotros. Otro día pedimos un chuletón y el que parecía el encargado de cocinarlo vino a enseñarnoslo y a preguntar qué tal estaba todo lo demás, se nota que le ponen mimo a lo que cocinan y que se sienten orgullosos, si no no sacarían el producto para que lo veas antes de comerlo. Es un lugar al que le ponen mucho esfuerzo y es admirable, muchísimas gracias por vuestro servicio!!