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Feedback geven¡Qué maravilla, un restaurante con restos arqueológicos! Está muy bien conservado, lleno de historia y con una cerveza bien fría. No recuerdo haber estado en un lugar tan detallado y cuidado en ninguna otra gran ciudad. ¡No te pierdas los baños, esconden sorpresas interesantes! Me quedé sorprendido cuando el dueño me dijo que le tomó 9 años ponerlo todo en orden.
El restaurante cierra los lunes, pero el resto de la semana puedes disfrutar de una experiencia gastronómica innovadora. Es un espectáculo en sí mismo, una obra de arte cuidada con esmero en todos sus detalles. La decoración, la iluminación, la arquitectura... Todo está pensado para ofrecer una experiencia única. La carta está en constante evolución, lo que demuestra el trato exquisito que dan a sus clientes. El personal es cariñoso, educado, profesional y sorprendentemente accesible. Además, organizan exposiciones y conciertos. ¡Un 10!
El baño es normal, el lugar es simple con piedras antiguas en alguna pared, y la comida calidad precio es un 5 raspado. De primero pedimos una ensalada trufada con alcachofas y jamón ibérico. No estoy seguro si la trufa era lo que colmaba la ensalada, pero el sabor de la trufa apenas era apreciable y las alcachofas eran enlatadas. Después, si no te gusta el pescado, tienes la opción de un solomillo entrecot o secreto ibérico. Nosotros optamos por el solomillo, que no estaba muy fresco y lo encontré un poco correoso. Sinceramente, yo no volvería nunca.
No pudimos probar la comida. Quisiera señalar la razón por la cual no se debe pasar por alto estas cosas. Nos colocaron en un rincón donde la mesa estaba literalmente pegada de manera incómoda y peligrosamente a un extintor, invadiendo el espacio del comensal. Lo peligroso se debe a que se saltaron las normas de seguridad. Solo se podía acceder al extintor aplastando al cliente o levantándolo por los aires, además ni siquiera estaba señalizado correctamente. La mesa era pequeña y abarrotada de copas, platos y cubiertos. No llegamos a descubrir donde colocaban lo que salía de la cocina. Decidimos marcharnos, ya que no íbamos a cenar a gusto. El confort y la seguridad son tan importantes como la cocina y en este caso ambos dejan mucho que desear. A veces, descuidos como este llevan a la debacle de un restaurante. En este caso, la inapropiada dimensión del espacio del local ha disuadido a los clientes. Esperaba una cena tranquila y relajada en Cartagena, pero lamentablemente no fue así.
I am absolutely thrilled to recommend this fantastic restaurant! the hotel is located in an old cathedrale, which has been restored and reused, the ambiente and the atmosphere is only the excellent kitchen. the owner himself showed us around and explained how he was able to create this beautiful and impressive masterpiece of a restaurant. the prices are also very good what they get, as our portions were very full and delicious. splurge and get the chocolate mousse. it's the best I ever had! we're coming back!