El Mirador - El Álamo

Bien, básicamente voy a contarles mi experiencia para que ustedes saquen sus propias conclusiones. Imagínense, el pueblo del Álamo en fiestas medievales, con mucha afluencia de gente y mi esposa y yo decidimos ir a un restaurante que está junto a la plaza de toros y recordábamos del año pasado que ya había mucha gente. Viendo la carta anunciada en la pizarra y por 20€, pensamos que el menú no estaría muy mal. Error, no confíen siempre en las apariencias. En primer lugar, mi esposa y yo pedimos la ensalada de tomate con atún. Nunca hubiera pensado que un solo tomate alcanzaría para alimentar al menos a cuatro personas como primer plato. El plato consistía en tres rodajas de tomate no muy grandes, con un poco de atún de lata de mala calidad encima, un poco de cebolla picada y algo de aceite que apenas se veía. El segundo plato elegido fue la merluza, por llamarla de alguna manera. Eran dos rodajas de pescado muy seco, con cuatro guisantes, un cuarto de huevo cocido y una salsa con colorante. Ese pescado, también de muy mala calidad, no había visto ni por asomo una salsa de almejas y gambas en los programas de viajes. Mi esposa dejó prácticamente todo en el plato. Para rematar los postres, no había ningún postre casero, solo un poco de fruta y un helado de estos que parecen de colegio y no sabía a nada. En cuanto a la bebida, un vino de mala calidad que sabía a productos químicos y cuyo origen, según la etiqueta, era un apartado de correos. En resumen, ha sido una experiencia desastrosa que nunca volveremos a repetir en este restaurante y de alguna manera nos sentimos estafados. Espero que al menos esto sirva para que no engañen a la gente con el fin de ganar dinero a costa de una baja calidad de los productos.

Local frecuentando por personas mayores, precios altos. Servicio mejorable.No repetiremos. Local amplio y dejado, frio

Comida divina, Calidad y precio divino y trato amable. Tiempo de espera nada.Buena coordinación entre un plato y otro. Que sigan así de hecho mañana como otra vez.

Y es que el local está en la misma plaza de toros, es amplio, tanto abajo como en la zona de arriba se accede a ella solo por unas escaleras , aunque claro, al ser de forma circular, arriba es más estrecha y alargada que la de abajo, donde está la barra y otra parte también para comer, pero sin separar las zonas. Tiene además una amplia terraza preparada para usarla todo el año, aunque muy cerrada solo tiene una puerta de acceso, por lo que si se permite fumar, los no fumadores no creo que puedan disfrutar de la comida . Con buena decoración, el pero que tiene es que sus techos son tan altos, que cuando hay mucha gente como pasó este domingo pasado día de la madre, y a tope se hace complicado el hablar con los de al lado, pues retumba bastante. Por lo demás,el servicio fue bueno por partes, en barra bastante justo en empatía de cara al público, aunque ya en la mesa, la chica que nos atendió, joven con ojos claros y pircing, perdón por no saber su nombre, fue muy diligente, amable y comprensiva, sabiendo de lo que le hablábamos cuando le dijimos que había una persona celíaca y con tranquilidad pueden ir los celíacos pues tanto ella como el dueño saben de qué va, además tienen cerveza sin gluten, Mahou, aunque en lata, y pan . Y de la comida, pues muyyy bien, la verdad. Menú por 25€ que entré los primeros estaban unos entremeses, espárragos trigueros y gambas a la plancha todos bien , pero lo mejor fue el segundo: pedimos 3 personas entrecott, y estos eran buenisiiiiimooos!!!. Se cortaban solos. Y además venían con unas patatas panaderas que estaban de escándalo. Y para rematar, unos postres caseros bastantes buenos arroz con leche, natillas,flan y pudin. También tenían cucuruchos de nata y fresa y de turrón, aunque no se la marca . Y como al pequeño 7 años no le gustaba nada del menú, se ofrecieron a hacer escalope de pollo, aunque al final fue una ración de unas más que buenas croquetas 12 unidades y al estupendo precio de 8€. Genial . Como pero comentar, y de manera constructiva, el echo de que como mosto solo tienen rojo, no tienen vermut casero y al pedír vasos fríos para la cerveza, pues las dos solo estaban frescas, lo que me ofrecieron fue unos vasos recién enjuagados, por lo que nos la tomamos directamente del envase. Aún así, muy recomendable el ir a comer, ya que además, tienen los baños sin barreras físicas, está a 5-7 minutos del centro del Álamo y se aparca muy fácilmente. Y para información de los amantes de la tecnología, no disponen de WiFi.

En los bajos de la plaza de toros es un bar amplio, comimos toda la familia el menú de fin de semana con buena relación calidad precio. Primeros esparragos trigueros a la plancha, excelentes. Ensalada Cesar la verdad es que podía mejorar, un poco cutre y escasa. La carne de los segundo era buenísima, tierna y muy rica. También el pescado. Buen servicio y amable.