Sant Patrici - Ferreries

Un hotel amb molt d'encant! Habitacions precioses, lluminoses i còmodes, jardins de somni,entorn molt bonic, l'edifici és un espectacle pels sentits! L'esmorzar és de cinc estrelles!! Suc de taronja natural, formatge de l'illa boníssim, croissants espectaculars! Cal anar amb compte amb les expectatives. Havia estat formatgeria, celler i restaurant i actualment és un petit hotel rural amb encant on pots dormir i esmorzar. Caldria de la gerència actualitzi la informació a la web perquè els clients estiguin advertits. En qualsevol cas, per nosaltres ha estat una gran experiència i esperem repetir!

Genial! Una pasada el lugar para desconectar y la ubicación perfecta queda en el medio de la isla .

La verdad es que es un sitio con mucha personalidad. Muy cómodo. La atención del personal es buenísimo y atento. El desayuno ideal y completo. Por la noche un tanto desolado. Cómo para visitar Menorca queda un tanto alejado de todo. Necesitas coche.

Estuve viendo los últimos comentarios y me asusté por la puntuación baja que pusieron. Supongo que todos se refieren a las. Visitas por bodegas y/o queserías. No fue nuestro caso, solo nos hospedamos. Para los que vayáis, al menos es mi sensación: el hotel está genial. Se nota que vive una recesión pero está decorado con mucho gusto y las habitaciones son espaciosas y bonitas. Es decir, es un trasatlántico conducido por bruntes. Ahí está la clave de que estuviésemos tan agusto: Sita y su hermano. Son los dos empleados que se encargan de prácticamente todo, pero le ponen tanto interés que funciona. Los desayunos están riquísimos y el ambiente es muy acogedor. El entorno es una pasada. Como digo, las zonas que atienden están muy bien: la piscina y los jardines son muy bonitos. Muy recomendable, incluso con niños (podría pasar por un only adulta perfectamente). Solo 8 habitaciones y tranquilidad absoluta. Un retiro. Ojalá y cuando volvamos a la isla siga abierto.

Estuve viendo los últimos comentarios y me asusté por la puntuación baja que pusieron. Supongo que todos se refieren a las. Visitas por bodegas y/o queserías. No fue nuestro caso, solo nos hospedamos. Para los que vayáis, al menos es mi sensación: el hotel está genial. Se nota que vive una recesión pero está decorado con mucho gusto y las habitaciones son espaciosas y bonitas. Es decir, es un trasatlántico conducido por bruntes. Ahí está la clave de que estuviésemos tan agusto: Sita y su hermano. Son los dos empleados que se encargan de prácticamente todo, pero le ponen tanto interés que funciona. Los desayunos están riquísimos y el ambiente es muy acogedor. El entorno es una pasada. Como digo, las zonas que atienden están muy bien: la piscina y los jardines son muy bonitos. Muy recomendable, incluso con niños (podría pasar por un only adulta perfectamente). Solo 8 habitaciones y tranquilidad absoluta. Un retiro. Ojalá y cuando volvamos a la isla siga abierto.