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Feedback gevenLa mitad de un bloque del Santuario del Pastor Divino es la dulzura de la familia Troconis, un lugar que ha sabido hacerse un espacio en el paladar de los asiduos a los dulces en Barquisimeto. Marla, Cabra y Fernando vinieron de Caracol para ver al Pastor Divino; estos hermanos estaban vestidos con la calidez del pueblo y la tranquilidad que se respiraba aquí. Se instalaron para compartir todas las recetas de su madre: polvo de manzana, pastel de pan, pie de limón y los otros veinte postres que forman parte de su menú. El cliente aquí puede dar rienda suelta a su imaginación, porque al llegar se coloca en la mesa una hoja de papel hecha a mano y crayones de cera para dibujar lo que desee. El lugar es muy agradable, pero hay que llegar temprano, ya que siempre se forma una cola para entrar y conseguir una mesa.
Para disfrutar de fabulosos dulces, así como del volcán Ferrer (mi favorito) y otros postres criollos de la ciudad.