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Feedback gevenEste restaurante tiene una selección de platos muy limitada y es decepcionante. Aunque se supone que son especialistas en parrillas, no las ofrecen. La ambientación es anticuada y sombría.
Las señoritas que trabajan en este restaurante son muy amables. Me han sacado de apuros preparando la comida muy tarde y también ofrecen servicio a domicilio. Su cocina es casera y las sopas que preparan son deliciosas. Viajo con frecuencia a la zona y siempre elijo comer allí.
Antes de su apertura en 2007, tan solo hace 8 años, en La Oroya (a 3880 metros sobre el nivel del mar) no existía un restaurante acogedor con un concepto de creación europeo-americano-andino, con muebles de pino de Oregon en todas partes, techos altos, bar y baños. Desde que entras, te sientes cómodo y al ver el menú, te antojas de probar las diversas carnes, ya sea de res, cerdo o pollo cocinado. Después de La Carbonera, tanto empresarios nativos como extranjeros han seguido embelleciendo La Oroya, creando lugares atractivos que rompen con la apariencia poco atractiva de antes, mejorando el estilo de grandes ciudades como Lima, Huancayo, Huanuco, entre otras.
Las señoritas que atienden son muy amables. Me han sacado de apuros preparándome comida muy tarde y además hacen delivery. Su comida es casera y las sopas que preparan son muyyyyy ricas. Yo viajo muy seguido a la zona y siempre como ahí.
Antes de su inaguración el 2007, hace solo 8 años, no existía en La Oroya (a 3880 mt S.N.M.) un restaurante acogedor en su concepcion de creacion tipo europea-americana-andina con pino de Oregón en todo el amoblado, techos, bar, baños, donde podias sentirte cómodo desde que ingresas y al ver la carta antojarte de las carnes ya sea de res, de cerdo o pollo a la parrilla, cocidas al carbón sobre un tendido de fierro forjado, con ricas ensaladas frescas y papas fritas (a la francesa), ademas de comidas típicas como los deliciosos anticuchos de corazón de res marinados con especias antes de cocinarlos al fuego del carbón, o sus deliciosas sopas criolla, o a la minuta o de gallina para recomponer el cuerpo afectado por el frío gélido, acompañado luego de los deliciosos vinos o piscos peruanos, vinos argentinos o chilenos o un calientito (herbor de té, eucalipto con una copa de ron o pisco, endulzado con miel de abeja) que levanta hasta el soroche (dolor de cabeza intenso por falta de oxigenación y mucho frío).Los comensales nacionales y extranjeros disfrutan ademas de su estadía con cocina limpia y buena con baños limpios y equipados como a uno de gusta encontrar, ya sea con la TV o Wi Fi, de la que aprovecha para ver a tiempo real sus temas de familia, amor, negocios, empresas, manteniéndose unidos al mundo.Despúes de La Carbonera los empresarios nativos y/o foraneos apostaron por seguir con el embellecimiento de La Oroya, al poner lugares atractivos que en han roto esquemas de locales vetustos sin atractivo, mejorando al mejor estilo de las ciudades grandes como Lima, Huancayo, Huanuco, etc.