Kai Eder Leganes

Hacía años que no íbamos al Cebadero y hemos decidido ir hoy mi mujer y yo a darnos un homenaje. Pedimos casera y al echarla en el vaso notamos que no tiene gas, miró la fecha de caducidad y está caducada desde septiembre, nos la cambian por otra. Pedimos croquetas y están sobre una base de patatas de bolsa, que deben llevar abiertas una semana porque estaban blandas y algo rancias El chuletón a la piedra muy bueno. Luego pedimos postre y la mitad de ellos no los tienen y eso que era sábado. El café además de malisima calidad. En definitiva, lo único bueno la carne, por el precio que tienen deberían cuidar algunos detalles. Ah y muy cutre eso de cobrar el pan y el aperitivo.

Comida estupenda, trato muy agradable. Una celebración de cumpleaños que repetiremos , el trato de los camareros fue maravilloso

Fuimos a comer el pasado día 1 de enero. La persona que hizo la reserva tuvo que adelantar 50 euros. De primero pedimos varias cosas para compartir, uno de los platos no le pusieron pero venía incluido en la cuenta final. Nos devolvieron el dinero. Entre el primer y segundo plato debió pasar aproximadamente 1/2 hora y algunos de los pescados de éste segundo plato estaban un tanto crudos. La presentación correcta. Nos regalaron a cada comensal nos regalaron (regalo navideño) una botella de vino. En definitiva, un día para olvidar. El antiguo “Cebadero” le superaba con creces.

Pasamos una cena espectacular, entrantes recomendables, pulpo y verduras, plantos principales cualquier carne en su horno de leña es increíble y postre para finalizar una buena velada, por supuesto todo aderezado con unos buenos caldos de La Rioja

Sitio bonito y agradable el servicio perfecto a la par con la calidad de sus productos. Un poco caro