Komeya - Madrid

Un antiguo compañero me invitó al restaurante de su amigo en Komeyá y tuve la experiencia de conocer el lugar y a los propietarios. La comida fue muy atenta y deliciosa. Altamente recomendado para cualquier ocasión. El lugar es pequeño pero muy acogedor, te sientes como en casa desde que entras. ¡Volveré sin duda!

El sitio a pesar de su apariencia como un antiguo bar del vecindario, esconde un lugar agradable que está evolucionando muy buen lugar para comer en el vecindario. la comida es grande tanto en calidad como en precio. El tratamiento es muy bueno y familiar No pongo las 5 estrellas para: el interior del lugar no joticia a la comida, pero parece que está mejorando el tiempo de preparación de la comida es un poco excesivo, por lo que es un poco alargar la comida muchos de los platos no los tienen disponibles en general voy a volver seguro y es recomendable! de hecho quiero ver la evolución de este lugar y mejorar te daré las 5 estrellas

Definitivamente el mejor sushi! Este acogedor restaurante que está situado por O’Donell, tiene la mejor comida. Sí, todo lo que hacen es chupar sus dedos. dejarse llevar por los sabores y disfrutar de la intimidad ofrecida por este lugar acogedor. así que los empleados ofrecen la atención más cálida para que se sienta como en casa. que el chef de la casa le dé una recomendación. ¡No te vayas sin probar tu exquisito pastel de tres leches!

Un lugar como este merece la mejor calificación. No solo por la calidad de los productos, sino también por la calidad humana de los trabajadores. Lo descubrimos gracias a un compañero de trabajo, y es por eso que quiero que mucha gente siga esta recomendación. En cuanto a la comida: productos de calidad en una fusión de cocina latino-japonesa. Pedimos un nigiri de pescado de mantequilla como aperitivo. Luego probamos unos tacones, que me sorprendieron al venir con carne, pico de gallo y guacamole. También ordenamos tacos con carne y yuca frita. De postre, un pastel de tres leches para rematar la noche. Muy recomendable.

El local es muy pequeño así que mejor reservar, especialmente ahora con las limitaciones de aforo. La comida es buena. Nos ha gustado en especial el tartar de salmón y el spicy tuna. El nigiri de vieiras y el postre lo más débil. El personal muy amable.