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Feedback gevenRestaurante muy cerca de Legazpi y de la zona del Matadero de Madrid. Es pequeño, sin grandes pretensiones, para una comida informal está bien, tienen además menú del día, creo que era por 14€ y para nada está mal, es cierto que si te decantas por las empanadas de primero, es realmente lo que sería para nosotros el tamaño más o menos de una empanadilla pero está bien, está rica y bien rellena, y si te decantas por una ensalada, está buenísima, de segundo tienen mucha variedad a elegir de milanesas, tanto de pollo, como de ternera y creo que para veganos. La comida en general estuvo bien y la atención de la camarera también, muy amable. Volvería para una quedada informal.
El restaurante, aunq no es muy bonito, ofrece una carta excelente. Muy buena atención y la comida espectacular. El único pero, es que después de haber pagado la cena y dejado propina, pedimos 4 chupitos para esperar q pasara la lluvia. El restaurante nos sirvió cuatro chupitos mini y nos cobró 1,5 € por cada uno. Evidentemente están en su derecho, pero , normalmente, después de una cena, la mayoría de los restaurantes ofrece los chupitos por cortesía del local. . No es q tenga mayor importancia, pero me parece un detalle bastante cutre. Al menos ,si cobras el chupito, pon un vaso más grande con un hielo, algo menos cutre.
La comida excelente pero los postres son de otro mundo. Volveré!!
Recientemente tuve el placer de cenar en este restaurante y debo decir que su milanesa argentina realmente superó mis expectativas. Cocinado a la perfección, con un exterior dorado y crujiente y una carne tierna y sabrosa por dentro, es un verdadero homenaje a este querido plato. Más allá de las delicias culinarias, el servicio fue encomiable, logrando el equilibrio perfecto entre atención y discreción. El ambiente contribuyó a la experiencia general, proporcionando un entorno acogedor y confortable para disfrutar de la comida. En conclusión, si te apetece una auténtica milanesa argentina servida con mimo en un ambiente encantador, no busques más que este establecimiento. Es una experiencia culinaria que vale la pena saborear.
El pasado 24 de abril recibimos un trato muy amable por parte del personal, que nos aconsejó muy bien en cuanto a las raciones. Las milanesas estaban deliciosas y los entrantes también. Visitamos el restaurante casi por casualidad y salimos encantados. Tienen una terraza muy agradable en una pequeña plaza frente al local, donde apenas pasan coches y es muy tranquila. Siguiendo la recomendación de la camarera, probamos las milanesas y realmente estaban deliciosas. El trato fue muy amable y atento. Sin duda, volveremos para probar más platos de la carta.