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Feedback gevenAntes del COVID comíamos aquí con frecuencia y estaba muy bien. Hemos vuelto después y no tiene nada que ver. Ha empeorado la comida, el servicio es un desastre y a la hora de cobrar las chuletas vienen con sobrepeso y te cobran hasta el aire que respiras. Los nuevos gestores o cambian de forma radical o tienen poco futuro.
El camarero de la barra en vez de llevar la mascarilla en su sitio la llevaba un babero, el de la parrilla directamente no tenía mascarilla, clientes sin mascarilla campando a sus anchas por el comedor y desde fuera vi las ensaladas preparadas para salir y 3 empleados hablando encima de ellas sin mascarilla, en plena pandemia como estamos si hay algún asintomático allí se lleva a unos cuantos clientes y no clientes. Después de ver eso nos fuimos sin comer. Tb decir q al cambiar la gerencia los precios se han duplicado y las vitrinas en las cuales exponían postres y los chuletones que cortaban delante de ti, todo eso ha desparecido. Al comentárselo a la camarera su respuesta al mirar al camarero de la barra “lo veo” y al de la parrilla lo llamo la atención pero ya era tarde la decisión de irnos ya estaba tomada
Comimos 3 adultos a base de raciones y un niño con menú infantil. Todo nos gustó mucho. Chopitos, costilla a baja temperatura, chorizo a la sidra, ensalada de bacalao, croquetas, zamburiñas....Repetiremos. El trato recibido muy agradable. El local es perfecto para ir con niños.
Teníamos reserva a las 15:15 y nos sirvieron la comida a las 17. Los trabajadores no llevaban la mascarilla puesta. Las croquetas nos las sirvieron congeladas y la parrilla dejó mucho que desear. La cuenta vino con regalito, nos añadieron cañas y marianitos de otra mesa. Un auténtico desastre. No volveremos ni a por tabaco.
Teniamos una reserva y nos hicieron esperar 50 minutos para sentarnos. Tras otros 20 minutos para atendernos, pudimos pedir. Pedimos una parrillada, que resultó estar la mayoria de la carne cocida. Caro y mala organizacion. No volveré