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Feedback gevenFue el primer punto de control de la carrera Off Road Baja 1000 y 500 millas que se lleva a cabo cada año y recorre parte de la península por caminos de arena. Situado en el polvoriento pueblo llamado El Rosario, el restaurante tiene una gran importancia a nivel internacional no solo por su ubicación, sino también por la historia de su dueña, Ana Grosso Peña, conocida como Mama Espinoza, quien abrió las puertas de su casa como comedor para viajeros. Sus platillos y burritos de langosta son famosos y debido a su popularidad, visitar este lugar es todo un acontecimiento. Durante 40 años, los competidores de esta carrera desértica han dejado sus fotografías y autógrafos en el restaurante, y en las paredes se puede apreciar una colección de camisetas relacionadas con el Off Road Baja.
La gastronomía mexicana es tan variada y rica que la UNESCO la reconoce como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, debido a sus antiguos conocimientos y técnicas culinarias ligadas a la cultura y tradiciones mexicanas. Los mexicanos asociamos la comida con fiesta, reuniones familiares y entre amigos. En todo el país, hay restaurantes que aprovechan productos locales para brindar frescura y calidad, como el restaurante Mamá Espinoza en El Rosario, Baja California. Especializado en langostas preparadas de diversas maneras según el gusto del cliente, el restaurante fue fundado por Doña Ana Grosso, conocida como Mamá Espinoza, en 1967. Inicialmente, servía lobster burritos en una gasolinera, convirtiéndose en punto de referencia para los viajeros. A pesar de sus más de 100 años, Doña Anita aún visita su restaurante para disfrutar de una copa de vino, dejando a su hija a cargo con la misma calidez que ella brindaba.
El restaurante fue el primer punto de control de la carrera de carretera de 1000 y 500 millas que se realiza cada año y que recorre parte de la península por caminos de arena. Ubicado en el pueblo polvoriento llamado El Rosario, el restaurante es de importancia internacional no solo por su ubicación, sino también por la historia de su dueña Ana Bruto Peña, conocida como "El Pecho Espinoso", quien abrió las puertas de su casa como un comedor para los viajeros. Son famosos sus platillos y burritos de langosta y debido a su popularidad, visitar este lugar es todo un acontecimiento. Durante 40 años, los competidores de esta carrera desértica han dejado fotografías y autógrafos en el restaurante, donde también se puede ver una colección de camisetas alusivas a la carretera baja.
La gastronomía mexicana es tan amplia, tan variada y tan rica, que la inesco la considera un patrimonio intangible de la humanidad, ya que contiene conocimientos antiguos y formas de preparación que están vinculadas a la cultura y las tradiciones mexicanas. Y es sólo que los mexicanos cuando pensamos en una fiesta, conocer amigos, reunirse con la familia, pensar en la comida. Si mi tío trajo tamales de monterrey, tenemos que hacer un desayuno familiar para compartirlos. Si es su cumpleaños, alguien lo trae tan tamalitos. y en toda la república mexicana hay lugares que aprovechan los productos locales para ofrecer más frescura y mejor calidad. como el restaurante mamá espinas en el pueblo del rosario, california baja, en el noroeste de México. la especialidad no es nada menos que la langosta. están preparados de muchas maneras diferentes, según el goteo del cliente. La idea del restaurante ocurrió a doña ana grosso, más tarde conocida como mamá espinoza ella fue la que asistió a la gasolinera a los viajeros que iban de los estados al sur, y además de gasolina, les servía la langosta burritos que pronto se hizo famosa. Fue el año 1930. Luego abrió el restaurante en 1967, y cuando abrió el camino, Mama Espinoza se convirtió en un punto de control de todos los motoristas que pasaban. Ahora, doña anita, con más de 100 años, va a su restaurante para tomar su copa de vino. Ahora su hija lo lleva, y dicen que se preocupa por él con el mismo calor que su madre.