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Feedback gevenIf already for itself the palace of the glory hotel royal spa is a spectacularly unique hotel for its quality, architecture and location on the friendly beach, in great Canaria, the restaurant kaia, worthy son of her father the gorbea, arrives to the culmen, to the top of the delight for its gastronomy, its service and as no, for so views. and it's just that dinner at the kaia is an extraordinary experience when entering the hotel's bright lobby, we head towards the panoramic elevator that goes down to the restaurant. as the crystal machine descends, we see the sun on the blonde sand of the beach of lovers. the most beautiful, the most beautiful of our wines. As soon as we get back to the great canaria I will reserve a table back in the kaia. We have many delights to try.
Si el Gloria Palace Royal Hotel Spa ya es un hotel espectacularmente único por su calidad, arquitectura y ubicación sobre la Playa de Amadores en Gran Canaria, el restaurante Kaia, digno hijo de su progenitor el Gorbea, llega al culmen, a la cima de la exquisitez por su gastronomía, servicio y, por supuesto, sus vistas. Cenar en el Kaia es una experiencia extraordinaria. Al entrar al luminoso vestíbulo del hotel, nos dirigimos hacia el ascensor panorámico que nos lleva al restaurante. Mientras el ascensor de cristal desciende, vemos el sol ponerse sobre la arena dorada de la Playa de Amadores. Una hermosa luz pinta el hotel y lo hace aún más hermoso, como un afortunado augurio de la deliciosa cena que nos espera en el Kaia. Nos reciben como auténticos reyes, y este trato se mantiene durante toda la velada, gracias a dos camareros profesionales que se desviven por satisfacer cualquier deseo que tengamos e informarnos sobre la procedencia, composición y elaboración de cada uno de los platos de la selecta carta. Después de disfrutar de una mesa preparada y decorada exclusivamente para nuestra visita de manera muy original y refinada, comenzamos a abrir el apetito con un aceite de ajo y uno de café que sirvieron de introducción a las delicias que íbamos a disfrutar. Los amables asistentes de nuestra mesa nos informaron detalladamente sobre los platos de la carta, aumentando nuestro apetito y ansias de probarlo todo. Entre platos tan suculentos y atractivos como el carpaccio de piña, la sopa de pescado de roca, la crema fría de aguacate, los tallarines negros de sepia y muchos más, nos rendimos a la evidencia de que necesitábamos un poco de consejo. Finalmente, después de refrescar nuestra boca con un fantástico mojito sin alcohol, elegimos un delicioso sorbete de frutos rojos, seguido de una ensalada de mango con aguacate y langostinos, una milhoja de foie gras con manzanas braseadas, una lubina con salsa de champagne y un delicioso mousse de chocolate negro con salsa de chocolate blanco. La cena alcanzó su punto máximo con sorpresas como estas, y se terminó con un Gin Tonic helado con sorbete de limón y jugo de cítricos. La amabilidad del personal del restaurante, la alta calidad de los ingredientes y el resultado exquisito, sabroso y elegante nos cautivaron. Sin duda, reservaré mesa de nuevo en el Kaia en mi próximo viaje a Gran Canaria. Hay tantas delicias por probar...