Aguazul - Motril

El propietario del restaurante es muy antipático y desagradable, nos dijo que nuestras hijas de 3 años se sentaran y se mantuvieran quietas. La camarera, por el contrario, fue muy amable, pero el dueño no la dejaba servir correctamente, siempre le metía prisa. La comida era buena, pero el servicio era muy lento. Además, la higiene brillaba por su ausencia.

El dueño del locar es famoso en el lugar por ser una persona muy desagradable y si no fuera porque ese día la mayoría de restaurantes de la zona estaban de vacaciones no hubiéramos tenido que vivirlo en primera persona, el día que fuimos el local abarrotado solo estaba él y otra camarera, la cual, si nos trató de buenas formas, y a la misma la cual le recriminaba la tardanza de atención de las mesas constantemente. Las medidas higiénicas anti-COVID brillaban por su ausencia, carta plastificada grasienta y sin opción a código QR, ni un gel desinfectante en todo el local, las mesas sin la separación mínima, y el dueño con una camisa y un pantalón lleno de manchas, al menos llevaban mascarilla... Debido a la cantidad de gente en el local nuestra comida tardó mucho en llegar y además llegó a destiempo, con media hora de diferencia entre un plato y otro, y con el sol ya entrando en las mesas. Al menos la comida si estaba buena, pero por el trato y las formas del dueño y el mal rato que pasamos, tanto por la tardanza de la comida, las medidas higiénicas, y en general, la impresión del local no volveremos a comer allí.

El dueño del local fue muy mal educado con nosotros. Tuvo una actitud realmente ofensiva. Fue sorprendente verlo acercarse a la mesa que previamente nos habían ofrecido e indicado para sentarnos, en una esquina y muy prudentes porque llevamos una perrita, un cachorro de cinco meses. Nos dijo la camarera que no sentaramos, tras consultarlo con el dueño. Y luego vino él, dando voces y con aspavientos a echarnos, cuando ni siquiera habíamos terminado de sentarnos, aunque la perrita ya estaba bajo la mesa, como se nos indicó, y según nuestra costumbre. Fue apabullante. La higiene y la presentación del dueño, con una camisa por fuera totalmente llena de lamparones, tal vez merece otro comentario aparte

Buen restaurante con una carta variada, buena cocina a precios razonables en la mejor terraza de Torrenueva

Las tapas riquísimas, muy rápidos y trato inmejorables. Pescadito variado, de buena calidad. Muy familiar.