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Feedback gevenUn sitio típico de pueblo pero con poco para comer. Preguntamos y solo tenían tapas de migas y papas a lo pobre; después nos añade que si queremos pueden también hacernos pinchitos a la plancha. Al rato sale la cocinera para preguntarnos si queremos tapas o raciones porque el camarero no sabe bien lo que hay. Pedimos la carta pero nos dicen que no tienen. Aparte los baños, que la cisterna suena justo en la pared de al lado y no se para. Eso sí, las tapas no estaban malas, pero bueno, no vuelvo.
Fuimos 14 a tapear, y la cuenta después de más de 6 botellas de vinos, no llegó a los 160€. Recomiendo la variedad de tapas, papas asadas, tortilla de cebolleta, embutido de cerdo, con un tinto decente, Ramón Bilbao, D.O. La Rioja ¡para repetir! Cada botella, doble ración de tapas
Visitamos con frecuencia , nos gusta la frescura de sus productos en un sitio cómodo, cercano y agradable. Gracias
No encontraréis nada extraordinario en este típico mesón de barrio.Sin embargo el ambiente amigo y familiar la cantidad y calidad de las tapas y el trato personal hacen que se pase un rato muy agradable.
Las tapas regular y no tenian de nada (mala previsión), para comer no hay nada, no tienen carta, raciones las improvisan y tienes que adivinar que hacen roscas cuando la ves en la mesa de al lado y en general, caro para lo que ofrecen. Revisen el cambio, por si ya se quedan con la propina. Propongo que los visite Chicote.