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Feedback gevenEstuvimos el día de Reyes al mediodía. El local estaba lleno. La mayoría grupos de 8 o 10 personas. Todo perfecto. Decoración, servicio, comida y relación calidad precio. No se puede pedir más. Enhorabuena
A mí personalmente no me ha gustado la comida. He pedido el menú degustación, 40€, y solo me ha gustado un plato ,las empanadillas. De hecho el huevo en bechamel de trufa no me lo he podido comer. El local está muy bien. La camarera q me ha atendido, correcta y simpática. En definitiva no recomiendo el menú degustación...
El restaurante tiene en la misma calle fácil aparcamiento. Local reformado con mejoras acústicas y estilo … para gustos, la mezcla de decoración no nos gustó. Un poco alto el hilo musical. La comida: espectacular. Todo lo que probamos muy rico y hecho con detalle. Desde el pulpo a la brasa hasta lo que nos pareció el plato Estrella que compartimos: lenguado en hojaldre, como un pastel de carne pero de lenguado. Todo lo tomamos en medias raciones y quizás pedimos demasiadas, probablemente con 2 entrantes y compartir plato principal nos hubiera dado para postre que ni probamos de lo llenos que estábamos. Precio medio-alto pero el producto lo merece.
La Vieja Ermita es un restaurante distinguido ubicado en el casco urbano de la pedanía de Zarandona con una cocina, un ambiente y unos precios por encima de lo media. Dispone de un menú diario por 18 € a base de ensalada muy rica y dos primeros y dos segundos a elegir. Ya desde la puerta uno puede entender la diferencia entre este lugar y otros, por la iluminación indirecta, la disposición de una música ambiental, la decoración o las mesas con mantelería de tela, donde prima la comodidad del comensal. Dispone una amplia carta de platos, e incluso de un Reservado para comidas que precisen de más intimidad. No es un sitio para todos los bolsillos pero la comida que probé durante mi paso por este restaurante estuvo muy bien, tanto la vieira gratinada como el solomillo de ibérico en su salsa. Detalles como el pan recién horneado, el agua en botella de vidrio y con copa de cristal. No tuvo el día que pasé a comer mucha clientela, y la poca que había era tratada por la camarera que nos atendió con la familiaridad de los clientes que van frecuentemente a este establecimiento.
De lujo, la comida perfecta, el trato exquisito, como siempre muy bien... Gracias José Maria y empleados por este día especial !!!