Anttonenea - Pamplona

Lugar muy tranquilo y acogedor. El menú no es el más amplio, pero sí suficiente. La carne es excelente.

Muy buena relación calidad/precio . Sin duda el menú degustación todo un acierto!!

Excelente sabor! El cual viene acompañado de la mejor atención, resalto la calidez humana y buena atención de Mariana, quien hizo posible esta experiencia de sabores y nuevas recetas..un chef de atención personalizada quien nos explicó amablemente los platos!! Nada sería completo sino compartes el disfrute cocinar y compartir!!Gracias por eso..La brauchada de Bacalao de un sabor y suavidad exquisito, las alcachofas, una opción saludable .. y una tarta de Manzana propia de este lugar!!

El restaurante Anttonenea en el casco antiguo de Pamplona ofrece una experiencia culinaria excepcional. Ubicado lejos del concurrido patio de comidas, tuvimos la suerte de conseguir una mesa sin reserva. La selección del menú era tentadora y optamos por dos entrantes: una ensalada de cangrejo, rica en carne de cangrejo y ligeramente aderezada con mayonesa, y langostinos rebozados delicadamente, servidos con una salsa excepcionalmente sabrosa. Intentamos probar los ingredientes individuales para poder recrear este aderezo en casa. Simplemente genial. Como segundo plato elegimos un tierno solomillo de vaca vieja, tan tierno que casi sólo se podía partir con un tenedor, y servido en un excelente jugo con crema de queso de cabra caramelizado sobre rodajas de patata. No recuerdo cuándo ni dónde comí por última vez un filete tan tierno. El pulpo, también plato principal, estaba tierno y se ofrecía en una deliciosa salsa con patatas y verduras. La carta de vinos del restaurante era igualmente impresionante. Un plato fuerte culinario que se caracteriza por la calidad y la relación calidad-precio.

Compré dos menús degustación para regalo, al comprarlo pregunte específicamente si los platos que tenían queso se podían cambiar y me dijeron que sin problema, incluí cubata en la compra. El día que mis padres fueron a comer, cuando pidieron que una de las degustaciones fuese sin los platos con queso les respondieron que no podía ser y que eligiese un entrante y un segundo de la carta.Mi regalo era de dos degustaciones, no dos platos de carta, independientemente del precio. Les gustó la comida pero se sintieron un poco descolocados sin saber ya que era lo que entraba en el regalo. Para terminar pidieron el cubata sin que nadie se hubiera acercado a ofrecerlo. Un tanto decepcionada por la situación.