Bajá - Pelegrina

Fue una grata sorpresa. Regresamos de Madrid a Pamplona y no sabíamos muy bien dónde comer, pero decidimos que era un buen lugar en el camino. No podría haber sido un sitio mejor, en un encantador pueblo, con vistas preciosas y cerca de una ruta y un mirador. La comida estaba deliciosa, y el chupito que parecía mantequilla.

Increíble atención de los camareros. La comida es exquisita. Pedimos un menú para dos que consistía en pimientos asados con hermoso frijol, pica y degustación de postres caseros. Sin duda, repetiremos sin vacilación. Un verdadero éxito, gracias a todo el personal.

Restaurante muy familiar y con un servicio muy atento. Yo era el día del padre y comimos muy bien. el camarero en todo momento a la espera de la comida y lo que estábamos bien servidos. la carne espectacular, así como las entradas que pedimos que se note que la comida está hecha en este momento y es 100% casera. También tiene un estacionamiento que en el pueblo es muy bueno porque no tendría dónde salir del coche mientras come. Tiene una amplia gama de menús que de diferentes precios y si su elección lleva algún tipo de plato está bajo reserva previa que está muy bien porque no tiene la opción de llegar allí y decirle que está terminado o que no caben.

Carta bastante variada, comida rica,atención muy buena.

La comida rica, pero los precios están un poco por encima en concordancia a los platos/bebidas y a los tamaños, muy ricos los postres