La Senda - Posada de Valdeon

Hicimos la ruta del cares en enero para evitar multitudes, y comimos unos bocatas calientes en este bar al llegar a Caín (no había platos de cocina en esas fechas), que probablemente era el único abierto por ser temporada muy baja. Los bocatas estaban muy ricos y eran muy grandes, conocimos al alcalde y al teniente de alcalde que estaban tomando algo ahí y quedó claro que son muy buena gente. Muy buen servicio, no valoro la habitación porque no dormimos allí.

Sitio ideal para descansar antes de continuar la marcha. Los dueños muy amables y procurando complacer en todo momento a sus cliente.

Un precioso sitio donde ir a comer, terminamos la ruta del cares y comimos allí, la comida estaba riquísima, todo un acierto. Y la chica muy muy muy amable y simpática. Comimos el menú que estaba muy bien.

Un encanto de lugar, de comida y de dueños. Nos trataron con gentileza y mucha rapidez dejándonos degustar la comida y disfrutar del paisaje que nos envolvía bajo una afirmación: en dos dias nieva, disfrutad del paisaje que en nada se cubrirá de blanco y vaya si lo hizo. Una anécdota que demuestra la cercanía de los dueños del lugar. En lo que a la comida se refiere, esa fabada asturiana ha resultado ser la mejor que me he comido en mi vida. Me hubiera llevado 30 como esas de no ser por los 12 kilómetros a pie que nos quedaban de vuelta y por la salud de mi pareja... de segundo pedimos secreto ibérico con sus patatas y el postre fue una tarta de queso. El precio fue muy bueno por la cantidad y la calidad, seguramente volvería.

Un sitio muy acogedor y el señor super atento y agradable un sitio para volver sin ninguna duda