Marisqueria Los Jilgueros - Salvarcar

El lugar ideal para llenarte de frustración por la mediocridad gastronómica que abunda en ésta zona. La carta es muy básica y simplista. No ofrecen ningún platillo novedoso ni interesante. Y lo que sirven, se parece muchísimo más a un puesto de la calle que a una marisquería seria. Excepto por el precio. Nada barato. Y de todo lo que probé nada dió muestra de haber válido ni el tiempo que demora en llegar y menos sus precios que sólo dejan una sensación de asalto. No sirven ninguna bebida que no sea embotellada, puro refresco y cervezas comerciales a precio de antro acapulqueño. El lugar estaba lleno de incautos, a los que atendían con menos entusiasmo que boletera del metro. De hecho se les nota aburridos de llevar todos esos años que presumen atendiendo el localito. No les interesa ni su cocina ni hacerte sentir a gusto. Los aromas que impregnan el local son los del smog de los camiones que van a llegar a tu mesa aunque te busques el rincón junto al baño (que por cierto no tiene agua en el WC, pero estuvo 45 minutos tirándola a todo lo que daba la llave en un lavabo –que por alguna razón está afuera—, en el área de mesas) El inmobiliario también es propio de puesto de banqueta, con mesas cenizas como tobillo de albañil, que limpian con una jerga que se nota que ya pasó por el piso, el tanque de gas y hasta las láminas de ASBESTO que hay en el techo. Éso sí, bien cubiertas de pintura azul bicitaxi pa que no nos vaya a dar un cancer . Quien haya leído mis reseñas sabe que jamás busco ponerle énfasis a lo negativo. Pero me cuesta trabajo encontrar algo decente. Vamos con los platillos: Caldo de camarón, bien caliente pero era más olor que ingrediente, y como dije, a precio de tanque lleno de gasolina. Tostada de Jaiba, fría, con poquito caparazón, 2 radiografías de aguacate morenito como mi cuello diabético y tantito cilantro que mejor ni le busco adjetivo. Quesadilla de camarones, planeada para sangrar tus encías y aceitarte todito el intestino grueso. Fue de lo mejorcito. Orden de patada de mula que si fuera literal se sentiría menos decepcionante. También a precio de viaje a Cancún, y con 6 piezas que recién sacaron del costal. Tras 30 minutos de resaña me traen mi cuenta sin pedirla y bueno, mejor allí lo dejo, no sea que el aguacate y la inolvidable experiencia se mezclen mal.

Buena cocina. Atención amable. Service: Dine in Meal type: Lunch Price per person: $100–200

Buena atención, las porciones son buenas, se sienten frescos los mariscos y el sabor de los alimentos regular.

Una buen opción para disfrutar comida marina, siempre suelen ofrecerte quesadillas y caldo de cortesía, los platillo que sirven son bastos, generalmente los pescados que sirven, suelen darte dos piezas (empanizados, a la mantequilla al mojo de ajo, etc), los preciso son accesibles van desde los $35 las empanadas hasta más de $250 en pescados, camarón especiales.El costo de las bebidas es de $20 a $35 (sangrías preparadas).Buena atención del personal.

La comida es de muy mala calidad, no tiene sabor, te antienden de mala gana y es muy caro.