Jaen Iii - San Fernando de Henares

Ven sin prisa, sin planes, sin reloj. Tardaron una hora y media en servir la comida de los niños. El restaurante no está insonorizado y hay mucho ruido. La comida está buena. Nosotros no volveremos.

Una cena de 14 personas. Gastamos 490€ y el dueño, con mucha altanería y malas formas se niega a invitarnos a un chupito. Son normas de la casa y como es mi casa son mis normas. Aunque se gasten 500€ no les voy a invitar a un chupito. Muy desagradable.

Increíble, el producto que recibimos. Increíble, la preparación del producto. Increíble, la relación calidad-precio increíble, la atención del personal. Fue una celebración familiar, con todas las atenciones, porciones abundantes y sobre todo gambas deliciosas. Una mención especial a las ostras... de 10. En resumen, solo podemos agradecer el buen rato que pasamos.

Pedimos varias raciones y las últimas 3 raciones le dije a una camarera que lo cancelara porque estuvimos 1 hora y media desde que trajeron los primeras raciones y las otras que faltaban le dije que no quería porque ya se nos había ido el hambre. Vino la supervisora rumana con muy malos modos diciendo que no llevaba tanto tiempo esperando que solo una hora y le comenté que ya no la queríamos porque si no le digo que no lo trajera lo habrían traído mucho más tarde. Bueno dijo que no de muy malos modos y la verdad que por esa chica no vuelvo a ir a ese restaurante porque no tienen modales no saben tratar con los clientes y encima para ser supervisora debería hablar con respeto porque son los clientes ellos no ganarían dinero. Ellos verán yo no vuelvo ahí nunca más así que al menos se perderán 150 euros de hi ando voy con mi familia por el mal servicio y tan desagradable la supervisora de pelo negro.

Nos sirvieron todo en menos de 10 min. La primera ración nos la sirvieron ya recalentada las gambas a la plancha y antes que llegue la bebida. Parecía que estaba en un chino. Raciones muy pequeñas clean relación al precio. ¿Donde está ese Jaen que el padre llevaba? Se ha perdido el espíritu de un buenas viandas con su cerveza. Decepción total, no volveremos.