Amorcito Corazón

El mejor restaurante mexicano que he probado nunca. Estaba todo riquísimo y la atención maravillosa. Si volvemos a Tenerife, sin duda volveremos!!

Hace mucho tiempo que tenía ganas de probar este mexicano. Destacar los nachos que estaban muy buenos con su guacamole y también el champiqueso. Como opciones vegetarianas había tacos de coliflor y de batata, lamentablemente los de batata nos lo pude probar porque no estaban disponibles. La michelada estaba bastante picante para nosotros que estamos acostumbrados a comer con picante. El postre de café y maracuya me sorprendió, estaba bastante rico y nada dulce. En cuanto a la atención fue maravillosa. En total dos entrantes y un plato principal para cada uno más un postre para compartir 51 euros.

Es uno de esos lugares a los que conviene ir a pedir consejo y disfrutar de una comida variada. Éramos cinco amigos y le pedimos al camarero que nos sacara unas recomendaciones para probar diferentes platos, y fue una buena decisión. Los totopos con guacamole eran buenos, ya que estaban hechos en casa, pero para mi gusto no eran nada del otro mundo, ya que tenían demasiados ingredientes que opacaban el sabor del aguacate. Los tacos de pescado y langosta con tortilla de maíz casera fueron un verdadero éxito, llenos de sabores y texturas. El champagne estaba rico, aunque no espectacular. La tortilla frita con el pastel de atún tenía un sabor espectacular. Los dos platos que ordenamos, que venían acompañados de tortillas de maíz, fueron deliciosos, ya que tanto el pollo como la carne de res se cocinaron en la sartén y tenían ese sabor característico, acompañados de pollo con piña y frijoles refrescantes. En general, todo estaba muy rico y pagamos 30 € por persona, pero nos sentimos satisfechos con la calidad de la comida.

Restaurante mexicano en Santa Cruz de Tenerife. Auténtica cocina y un ambiente informal. El pollo enchipotlado, una recomendación del personal, parecía espectacular, ¡qué delicioso! También probé los tacos de cochinita pibil y los totopos con guacamole. Y para acompañar, no hay nada mejor que una margarita.

Toda la comida era exquisita. Cada uno de los platos estaba preparado con mucha delicadeza, con sabores vibrantes y una presentación atractiva. Recomiendo el pastel de atún y los totopos caseros con frijoles. El trato por parte de los empleados fue muy profesional.