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Feedback gevenExcelente servicio: camareros muy atentos y amables y explicando las carnes y platos muy bien. acogedor local. ordenamos el puré de patatas con boletus y bien. el chuleton era de Scanavia (no recuerdo el país) y muy tierno y bien hecho en la parrilla.
Excelente el entorno,la carta y el servicio inmejorable. Muy recomendable.
De 10, es un restaurante del que sales pensando cuando vas a volver. Pedimos dos entrantes: los boletus estaban espectaculares, así como los torreznos (personalmente, los mejores que he probado). El plato fuerte, el chuleton de vaca portuguesa raza minhota con 36 días de maduración, simplemente te deja sin palabras, pura mantequilla en la boca y un sabor de locos. Para cerrar la comida una tarta de queso estilo la viña y ya puedes morir en paz.
A una hora aproximadamente de Madrid, en un pueblo pequeñito, antes de llegar a Sigüenza y de acceso desde la montaña, se encuentra este acogedor restaurante familiar al lado del río. Sus dueños son encantadores y todo el personal que nos atendió y aconsejó fue de 10. Este año ha sido la segunda vez que vamos y la verdad que siendo un grupo bastante grande, todo salió genial. Respecto al restaurante, si el interior es bonito, el jardín que tienen al otro lado, ya te deja sin palabras. Precioso y bien cuidado, no le falta detalle. En cuanto a la comida, comenzamos con raciones de morcilla, torreznos, pulpo (todo buenísimo, pero especialmente el pulpo, espectacular y rematamos con el principal, la MEJOR CARNE que hemos comido nunca hasta ahora (y digo hemos porque no fui la única que opinaba así , chuletón de carne de vacuno de Finlandia y de Portugal, de verdad increíble, tanto en sabor, como en textura, la carne se deshacía sola en la boca. Para terminar, los postres caseros, que también los hacen buenísimos. Nosotros probamos la tarta de queso y el coulant de chocolate. A destacar el curioso sabor intenso de la tarta de queso, para los que les guste el queso fuertecito, es ideal.
Hemos compartido una ensalada de muslitos de codorniz escabechados que estaba exquisita y hemos disfrutado de un bacalao soberbio. El servicio rápido y muy amable. El lugar muy bonito con posibilidad de comer dentro o en el jardín. Gracias a la joven que nos recogió las llaves que habíamos olvidado. Volveremos, sin duda