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Feedback gevenLugar muy bonito. La comida muy rica aún que recomendaría mejorar las guarniciones
¡Esta reseña está más fresca que su pan! Un lugar en un ambiente natural y creado, muy atractivo, con vegetación y un laguito artificial. Pero... hablemos de comida, de como corre el agua por aquí. Primero lo bueno, un lugar con excelente vista y agradable ambiente, un poco frío por el área de su ubicación. (Creo que es parte de su atractivo). El servicio, bueno, el mesero, que a pesar de muy joven hizo lo posible por mantenernos atendidos. Siempre digo que un restaurante orienta todos sus esfuerzos primeramente a la comida y a la atención. Fuimos un grupo de 8 personas de gustos diversos. Hablaré desde mi perspectiva primero, me gustó la entrada discreta y me asombró lo que se va abriendo al cruzar el portón, muy buena experiencia. La llegada muy bien, muy atentos a recibir a sus comensales y llevarnos a la mesa no fue problema, nos ubicamos en una con gran vista al lago. Supongo que por la hora apenas comenzaban a echarle al fogón. Una vez sentados, me urgía un café por el clima fresco y tardó un poquito el mesero en tomar la orden de bebidas, nada grave. Sin embargo, hay puntos que creo que pueden mejorar con cambios sencillos: El menú es digital, pero la red de internet por datos es débil y, aunque proveen internet, creo que si le quitan la clave es más fácil mirarlo. También se agradecerían menús físicos (pedí, pero dijeron que no tienen). El café americano no tiene refill, lo que es muy raro. según mi perspectiva, y bueno, para los que tomamos el café de manera seria pues... demerita un poco. Suban el precio, pero den refill, eso da sensación de casa, de generosidad. No tienen mimosas, excepto si compras una botella de champán, apuesto que sería un hit ofrecerlas (ya lo he visto antes). Los panecillos de la orden estaban fríos, tanto de temperatura como de su tiempo de elaboración. (Tip, en algunos lugares los calientan) Los totopos también demeritan, son los detalles los que cuentan... Si me preguntaran (que nadie lo ha hecho claro), una música suave matizaría de lujo el ambiente. Todos los platillos, excepto los que pidieron caldo de zetas, llegaron fríos. Entiendo que la comida pierde temperatura, pero es que los platos estaban helados. Creo que algunos lugares los calientan o usan vapor o agua y eso da confort. El menú es algo limitado. Mi orden consistió en un omelette, cumplidor y bueno, sin tener algo excepcional. El fetuccini con camarón, aunque parecía recién hecho, los camarones (pacotilla) aún conservaban el sabor del agua congelada de tiempo, lo que con el asunto de la comida fría por el plato, pues lo hizo más bien desagradable, además de que la ración fue más bien desaliñada y escasa, de dos órdenes tuvimos que regresar una, porque no atinábamos entre varios de donde venía el sabor a agua de refri (fueron amables y no la cargaron a la cuenta); sin embargo, es mejor emocionarse con un palto y recibirlo bien Los demás comensales se expresaron bien en la mayoría de sus platillos, para ser justos. Y repito que el lugar por sus vistas no tiene competencia, pero la comida necesita un punch. Mi opinión final, probablemente regresaría a darle otro recargon, pero no lo recomendaría hasta tener una opinión final. Otros datos. El estacionamiento fue gratis, no tuvimos problema con eso y pudimos caminar por sus jardines.
El lugar es bonito, el escuchar el agua correr da trankilidad, sin embargo la comida no es nada especial, incluso me hizo daño en la última visita, el servicio es regular, nada más que agregar.
Un lugar muy bonito, su pequeño lago y fuente le dan mucha vida al lugar, la terraza es agradable y dentro es una zona elegante, la comida muy recomendable, lamentablemente el servicio es lento, los meseros muy serios, no tiene el ambiente de hospitalidad.
Un lugar para disfrutar solo o en familia, tranquilo y disfrutas de un recorrido pequeño pero tranquilo.