Asador Pizarro - Velilla de San Antonio

Hace un par de años que no comíamos en el asador, teniendo buenas experiencias las veces que habíamos ido. Como era el cumpleaños de mi marido, decidimos, previa reserva acudir en pareja a celebrarlo. Primero fuimos a la barra a pedir una cerveza que nunca llegaron a ponernos y una copa de Ribera, entonces vemos a la camarera confusa, nos comenta que no sabe qué es eso y se pone a buscar entre los licores a ver si lo encuentra; le indicamos que es un vino y nos comenta que no sabe muy bien lo que tiene que ponernos, así que decidimos ir directamente a la mesa. Habiendo reservado por teléfono con antelación y especificado que íbamos a pedir un cordero lechal para dos personas, cuando llegamos a la mesa, no les constaba dicha reserva y nos sientan en una mesa que no estaba preparada. Esperando la cerveza que no llega, otra camarera nos dice que con quién hemos reservado que no saben nada así les comentamos que fue con D. que pregunten qué que ha pasado y finalmente nos dice que no tienen ni la reserva ni el cordero lechal, ofreciéndonos un menú del día para una ocasión que para nosotros era especial. Conclusión: un desastre. Es una pena porque en anteriores ocasiones el trato fue muy correcto y tenían lo que ofrecían, teniendo en cuenta que se trata de un asador, y la única solución que me ofrecen es un menú del día.

Comida excelente! Buena calidad. Precio aceptable. Los tiempos de los platos también fueron buenos y la carne a la piedra, te cambian la piedra cada poco tiempo, sin tener que pedirlo. Por poner algo que mejorar, creo que la atención, esto no quiere decir que nos atendieran mal, la verdad que la camera muy correcta, pero ahí se queda, correcta. También echamos de menos la invitación a los chupitos, detalles que después de 200€ se agradecen .

Poco a poco se esta convirtiendo en un referente de la zona. Carta amplia, excelentes carnes a la piedra. Un menú diario elaborado, con buenos productos, que no deja de sorprender cuanto mas vamos.. Incluso a veces te puedes llevar una sorpresa y que añadan algo de la carta. Trato excelente, local cuidado y un cocinero de 10. Seguid así!

Hemos llegado a este restaurante por casualidad. Tres familias con niños, una carta no muy amplia, sobre todo centrada en carnes. Ensaladas muy ricas, unos torreznos espectaculares, un pulpo abundante y muy rico. De segundo hemos tomado arroz abanda, quizás lo más justito pero se puede comer. Las carnes espectaculares: rabo de toro en su punto con una salsa exquisita, la carne a la piedra riquísima, y el entrecot muy bien hecho y en su punto. Los postres excelentes, tarta de queso, arroz con leche y brownie deliciosos. Todos los platos muy abundantes, en su punto y de gran calidad. Unos treinta euros por persona, una relación calidad precio que me parece muy aceptable. El trato por parte de los camareros muy agradable. Ha sido un buen descubrimiento, si volvemos por la zona repetiremos.

La comida es buena pero el sitio es muy caro para lo que ofrece y más para la ubicación que tiene. No puedo entender que este restaurante tenga esta puntuación.