Hostal La Guardia

Muy bien ubicado, en el centro de La Guardia, pero con un acceso muy fácil y cercano a los aparcamientos. Al entrar, un universo de pinchos compitiendo por destacar tanto por su vistosidad como por su sabor. El menú de 30 euros es muy completo y tiene una excelente relación calidad-precio. Las patatas riojanas son para soñar, las chuletillas de cordero son muy tiernas y jugosas, con unas patatas en su punto. Y el postre de torrijas es delicioso.

La atención en todos los ambientes es excelente. La comida es sensacional, con productos frescos de la zona y una presentación impecable. El aseo es inmejorable. Se nota que se preocupan por el cuidado biosaludable.

Nos alojamos en el hotel, trato esquisito por parte de Ana la recepcionista, nos ayudo en todo que necesitamos. La habitación era muy bonita con todo lujo de detalles como un hotel de 4 estrellas, las vistas desde la torre impresionantes. El restaurante tiene productos de mucha calidad y el personal muy atento y amable.

Un sitio para no ir en fin de semana, no había sitio para comer ni en la barra, lleno a rebosar de personas, coches y autocares. Demasiada gente.

Con todas las veces que había pasado, nunca antes había entrado hasta la semana pasada. A partir de ahora, se convierte en un lugar donde poder saborear la comida tradicional. Tanto los callos como el cocido o las judías merecen una mención aparte. Fuimos en un autobús con 38 personas y todos quedamos satisfechos, tanto por la comida como por el servicio rápido y amable.