Juan Simon - Lantz

Comida tradicional, de la que hacían nuestras abuelas. Comedor con chimenea en un caserio buena carta de vinos. Los fritos son una auténtica delicia y las alubias inmejorables. El único punto a mejorar sería el formato de la carta: un papel plastificado no acompaña a un lugar así.

Yo recordaba aquel Juan Simón casero ,buenísimo y de precio asequible, y me he encontrado con un Juan Simón justito ,con patatas fritas congeladas ,con unos fritos normalitos y eran excelentes y con unos hongos con un precio obsceno si tenemos en cuenta que este año han abundado en demasía. Conclusión ,2 fritos ,2de hongos ,1de costillas ,1 solomillo, 1 rape muy justito ,1 pata de pollo ,2 de canutillos ,1 natillas y un poco de queso y una botella de vino normal. Sin copas nos ha costado la friolera de 53,50 euros por barba....ESCANDALO. .

Comenzaré por lo negativo. Me encantó el lugar, la decoración muy acogedora, cocina tradicional de alta calidad, pero el servicio fue terrible. Nos tocó una camarera que era más seca que el bacalao seco. Pedimos txistorra de picoteo y casi nos la tira a la cara. Cada vez que le pedíamos algo, sus palabras brillaban por su ausencia, y sus gestos daban la impresión de que estaba enfadada con el mundo. Es una pena estar en un lugar tan bonito y ser atendidos de una manera tan deficiente y tan mala. Dicho esto, pasemos a lo positivo. Un menú económico, deliciosa comida casera. Si no fuera por la señora, sin duda recomendaría este lugar, pero es una lástima porque la mala atención hace que, en lugar de estar súper cómodos, porque el lugar y la comida lo merecen, te sientas incómodo. Si mejoran el servicio, este lugar sería de diez.

Comida familiar en un clásico. De los entrantes,lo mejor ,los. pimientos. Los principales, buenos , cocción excesiva ,pero cómo se ha hecho toda la vida. Los postres, sublime la cuajada y la tarta de yema ,buenísima. Precio correcto ,buena experiencia . Para repetir.

El comedor es muy agradable. La comida es muy buena y el postre excelente. También ofrecen unos fritos de queso excelentes.