De Sidamon

La comida no era nada del otro mundo, el ambiente era frío y poco acogedor, y el servicio dejaba mucho que desear. En resumen, una experiencia bastante desagradable. No lo recomendaría a nadie.

Es perfecto para hacer una parada en el camino, el menú es bueno y los bocadillos son excelentes. El servicio es amable aunque un poco lento, pero hacen todo al momento.

La experiencia fue terrible, cené por 20,30 euros y tuve que tomar el café en la calle en un vaso de plástico. Llegó gente para cenar y les dijeron que el restaurante estaba cerrado. Solía venir aquí con frecuencia, pero no vuelvo a poner un pie en este lugar. La camarera fue muy poco educada y de baja clase, considerando que en la puerta tienen el horario de cierre hasta las 23:00h. Nunca me habían tratado tan mal en ningún restaurante como en este. LAMENTABLE.

Pasamos expresamente para comer callos y nuestra sorpresa es que los callos se an convertido en un mejunje que no tiene nada que ver a los callos que hacían anteriormente

Para tomar algo y hacer el pis o hacer una comida rápida si estaís de paso. Comida que hay a todos sitios.